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Río Cricamola |
Hace un año en el 2010 cuando fui por primera vez a Bisira, no había agua y su acceso se limitaba a la lluvia que caía en el lugar y al río Cricamola, mucho menos existía sistema sanitario, los servicios en general eran escasos y la respuesta a las emergencias y desastres naturales muy limitada, según sus capacidades y cosmovisión Ngäbe Buglé.
Sin embargo, eso cambió, la comunidad se organizó y con el aporte comunitario y la participación activa de las fuerzas vivas, líderes, liderezas, mujeres, jóvenes emprendedores, adultos mayores y población en general, hoy la comunidad de Bisira ejemplifica un modelo comunitario de desarrollo y superación, por haber erradicado la malaria sin el uso de ningún tipo de insecticida en el 2006, institucionalizar desde del 2004 las Ferias de la Salud.
Año con año celebran con júbilo su despegue hacia el desarrollo; hoy cuentan con un plan de gestión de riesgos para desastres y un manual comunitario de preparativos para emergencias y desastres y sobre todo con el principal recurso que necesitaba esta comunidad, agua limpia, segura y continua en sus casas, y eso es un logro en tiempos actuales, que cuidan aportando fondos para la operación y mantenimiento.
Con el apoyo de agencias de Naciones Unidas, como la OPS/OMS, OIT, UNICEF y PNUD, ejecutan un Programa Novedoso Conjunto de Gobernanza, para ampliar las coberturas de agua y saneamiento, con fondos españoles para el logro de los ODM (FODM), el Ministerio de Salud, Ministerio de Economía y Finanzas, autoridades tradicionales y locales; especialmente la participación proactiva de la comunidad de Bisira, del distrito de KanKintú, Región Ñocribo, Comarca Ngäbe Buglé. Esta experiencia es digno ejemplo de trabajo comunitario, del esfuerzo de sus moradores y la participación de sus representantes institucionales locales en el desarrollo constructivo de su comunidad.
Para finales del año, la comunidad de Bisira espera haber cambiado sus hábitos higiénicos, al recibir un número significativo de soluciones sanitarias, logrando tener en sus viviendas servicios higiénicos, con inodoros, lavamanos y baño, lo que representa para ellos un gran reto y salto cualitativo de pasar de usar el río como una gran fosa séptica a usar inodoros en su propia vivienda, permitiendo así reducir enfermedades, evitar la contaminación ambiental, mejorar la calidad de vida y mostrarse como un modelo comunitario de desarrollo social.
Sueñan con muchas metas, pero con pocos recursos financieros para instalar el sistema eléctrico sin depender del motor térmico, alcantarillados con sistemas de tratamiento final de las excretas, revestimiento de causes de aguas estancadas, mejoramiento de las viviendas y otros.
Para llegar a Bisira, desde tierra es un paseo hermoso por aguas saladas y dulces, en pequeños botes seguros, por el mar y ríos, pasar largas horas en un bote o ‘panga’ es una aventura agradable para no olvidar y quedar con deseos de regresar.
Bisira demostró en poco tiempo que sí se puede trabajar comunitariamente, en equipo y llegar a consensos y acuerdos con ellos por medio de la consulta popular, respetando su cosmovisión indígena, conociendo sus tradiciones, mejorando su calidad de vida y fortaleciéndolos hacia un desarrollo sostenible en sus comunidades.